El problema de las promesas vacías

En el mundo del marketing y los servicios digitales, todas las agencias, freelancers y gurús tenemos algo en común: necesitamos promovernos. Es natural querer mostrar nuestras fortalezas y proyectar lo mejor de nosotros. Sin embargo, en los últimos años, hemos visto cómo se ha puesto de moda hablar de cifras exorbitantes y resultados extraordinarios. “He trabajado con cientos de clientes.” “Hemos logrado millones en ventas.” “Duplicamos resultados en semanas.” Seguro has leído algo así antes.
 
¿Es esto siempre cierto? Probablemente no. Claro, habrá casos legítimos, agencias o profesionales que han logrado cifras impresionantes, pero la realidad es que estas historias no siempre representan lo que sucede en la mayoría de los proyectos. En lugar de inspirar confianza, esta tendencia ha saturado el mercado de promesas vacías, llevando a desconfianza, expectativas poco realistas y, en muchos casos, a clientes desilusionados.
 
Como agencias, freelancers o consultores, es importante preguntarnos: ¿cómo queremos construir nuestra relación con los clientes? ¿Basados en promesas fáciles o en la confianza que nace de la transparencia?
 

La importancia de la transparencia

Ser transparente no significa no proyectar lo mejor de nosotros; al contrario, se trata de hacerlo de manera auténtica. Cuando somos claros con nuestros clientes sobre lo que podemos y no podemos lograr, los resultados potenciales y los retos del proyecto, estamos construyendo una relación basada en la confianza.
 
Además, las agencias y los freelancers no somos simples proveedores. Nos convertimos en aliados estratégicos y en parte del equipo del cliente. Y como aliados, no estamos aquí para decirles solo lo que quieren oír. Nuestro papel es ser sinceros, incluso cuando las noticias no son del todo lo que esperaban escuchar.
 
Por ejemplo, cuando un cliente solicita servicios de SEO, es común que espere resultados inmediatos. Sin embargo, como profesionales, sabemos que el posicionamiento orgánico es un proceso que requiere tiempo y constancia. Los primeros indicadores de mejora suelen verse después de varios meses de trabajo consistente. Explicar esto de manera clara no es una señal de debilidad, sino de profesionalismo y honestidad.
 
Desafortunadamente, hay quienes prometen "resultados garantizados en días" o "primera página de Google en semanas", alimentando expectativas poco realistas. La persistencia de estas promesas se debe, en parte, a una narrativa ambigua sobre qué constituye un "resultado". Al ser honestos desde el principio, no solo construimos confianza, sino que también establecemos una responsabilidad compartida en el proceso. El éxito de cualquier estrategia digital requiere tanto de nuestro expertise como del compromiso y colaboración activa del cliente.
 

Estableciendo expectativas claras

Cuando un cliente llega a una agencia o a un freelancer, muchas veces trae consigo un sueño: aumentar ventas, mejorar su presencia digital o resolver un problema complejo. Como proveedores de soluciones, es nuestra labor entender ese sueño, alinearlo con la realidad y trabajar juntos para alcanzarlo.
 
Ser claros desde el principio significa detallar qué podemos hacer por el cliente, pero también ser honestos sobre lo que no podemos lograr. Por ejemplo:
• ¿Podemos duplicar sus ventas en un mes? Probablemente no, pero sí podemos construir una estrategia sólida que mejore sus resultados a largo plazo.
• ¿Podemos garantizar resultados al 100%? No, pero sí podemos basarnos en datos, experiencia y mejores prácticas para maximizar las posibilidades de éxito.
 
La claridad no solo evita malentendidos, sino que también establece una base sólida para el trabajo en equipo. El cliente sabe qué esperar y confía en que lo que se le promete está dentro de lo alcanzable.
 

Los beneficios de ser transparente

Algunos podrían pensar que ser tan sinceros podría ahuyentar a los clientes, pero es todo lo contrario. La transparencia crea relaciones genuinas. Los clientes aprecian la honestidad porque sienten que están trabajando con alguien que realmente entiende sus necesidades y está comprometido con sus objetivos.
 
Además, la confianza que nace de la transparencia tiene beneficios tangibles:
Clientes más satisfechos: Las expectativas claras evitan sorpresas desagradables.
Relaciones a largo plazo: Un cliente que confía en ti es más probable que regrese y te recomiende.
Menos problemas: Al establecer límites desde el principio, se reducen los conflictos y malentendidos.
 
Conclusión
En un mercado saturado de promesas irreales, la transparencia no solo es una cuestión ética, sino también una estrategia inteligente. Al ser claros sobre lo que podemos ofrecer, al educar a nuestros clientes y al establecer expectativas realistas, construimos relaciones que realmente valen la pena.
 
Así que, ya seas cliente o profesional, te invito a valorar la transparencia como una herramienta clave. Porque al final del día, la confianza mutua siempre será el mejor punto de partida para cualquier proyecto.
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